Miles de trabajadores han contraído el Covid-19 trabajando para llevar sustento a sus familias porque se encuentran realizando actividades esenciales en beneficio de todos: trabajadores de la salud, construcción, minería, etc.
Otros se han contagiado pues se ven obligados a salir y exponerse porque no cuentan con las condiciones mínimas de ingreso para hacer efectivo el “¡Quédate en casa!”. Simplemente no han podido seguir esperando las medidas tardías, insuficientes y equívocas del gobierno. El Estado los ha dejado solos, aplicando una estrategia sanitaria que privilegia mantener la actividad económica por sobre la vida y seguridad de las personas. Y las consecuencias están a la vista.
¿Qué pasa ahora con los más de dos millones de chilenos que actualmente se ven obligados a seguir trabajando presencialmente en sus lugares habituales de trabajo? La mayoría siguen viéndose expuestos al contagio, sin medidas de protección adecuadas. También son víctimas de nuevos abusos, como es el caso de los mineros contagiados que son enviados a sus casas ubicadas en otras regiones del país, convirtiéndolos en vectores de transmisión en el trayecto y en sus hogares. O los trxbajadores de la alimentación, a quienes algunas empresas ni siquiera proveen de mascarillas. Ejemplos como estos hay en todos los sectores de la economía.
¿Qué va a pasar con los trabajadores que sean llamados próximamente a retomar la actividad laboral?
La dura experiencia que hemos vivido en Chile nos dice que la prevención es básica para tener una estrategia sanitaria exitosa. Que hay que actuar antes para no lamentar después, por lo que todo indica que estas medidas deben ser tomadas a nivel de cada empresa con anticipación y como condición para retomar la actividad laboral. De lo contrario, nos veremos inevitablemente azotados por una nueva ola de contagios, teniendo a los trabajadores como las víctimas de primera línea.
Respondiendo a esta preocupación, y sabiendo que el Covid-19 desgraciadamente seguirá presente por un largo tiempo, un importante grupo de organizaciones sindicales, muchas de ellas agrupadas en el Frente Unitario de Trabajadores, se han unido para impulsar un proyecto de ley que establezca la necesidad de Protocolos de Seguridad Sanitaria Laboral para el retorno gradual y seguro al trabajo, en preparación del momento en que las condiciones sanitarias generales, regionales o ramales permitan el reintegro a la actividad laboral.
El proyecto de ley establece que todas las empresas (y en particular las que cuenten con Comités Paritarios de Higiene y Seguridad) estarán obligadas a contar con un Protocolo de Seguridad Sanitaria Laboral Covid-19, en complemento a los reglamentos internos existentes.
Estos protocolos deberán incluir lo siguiente, al menos: testeo regular de la temperatura del personal; medidas de distanciamiento seguro en los puestos de trabajo, así como en salas de cambio de ropa, comedores, casilleros, etc.; disposiciones o adecuaciones (si fuere el caso) de espacios físicos, como pasillos de ida y vuelta, baños y duchas separadas, etc.; implementación de medidas de higiene como disposición de agua, jabón, alcohol gel, etc.; medidas de sanitización de las áreas de trabajo; medios de protección puestos a disposición de los trabajadores y personal de gerencia tales como mascarillas, lentes, guantes, ropa adecuada según la empresa; disposición de turnos horarios diferenciados de entrada y salida… entre otras.
El proyecto de ley también establece que las empresas en ningún caso podrán cargar los costos asociados a la implementación de estos protocolos a sus trabajadorxs, y las que no cumplan con estas medidas no podrán retomar o continuar la actividad laboral.
El proyecto ya cuenta con un respaldo transversal y creciente en el Congreso y merece el apoyo de todos los trabajadores y de las organizaciones sindicales y sociales de nuestro país. Si quieres sumarte y apoyar este proyecto, inscribe tu organización en https://www.fut-chile.com/