Trabajadores de Clínica Alemana y voluntarios de Desafío Levantemos Chile llevaron a cabo junto con el establecimiento educacional la reconstrucción y acondicionamiento del espacio, que ayudará con la alimentación saludable de los estudiantes.

Bajo la premisa de brindar a las alumnas, alumnos y sus familias de un espacio donde encontrar productos saludables que mejoren la calidad de su alimentación, el colegio Francisco Petrinovic de la localidad de Chacabuco recibió a cerca de 100 personas voluntarias pertenecientes a la Clínica Alemana y a la fundación Desafío Levantemos Chile para la reconstrucción del huerto con el que cuentan en el establecimiento educacional, que había estado deteriorado debido a la extensa sequía y la actual crisis sanitaria.

Más de 1.100 mt2 tendrá un nuevo espacio destinado a niños y niñas de la escuela Francisco Petrinovic Karlovac, en la comuna de Colina.

Todo gracias a la alianza entre Clínica Alemana de Santiago y Desafío Levantemos Chile, organizaciones que se unieron al ver cómo esta comuna ha sido una de las más afectadas por la pandemia, tanto a nivel de casos como también multidimensionalmente.

Comentar que este colegio, con una población de servicio cercana a los 380 alumnos con criterios de ruralidad ha notado de manera preocupante un alza significativa en los alumnos que presentan sobrepeso u obesidad. Por esto, en coordinación con el DISAM se realiza una intervención nutricional y de estilos de vida por parte de la alianza Desafío Levantemos Chile y Clínica Alemana, implementando el programa control niño sano y apoyo a la alimentación saludable.

Lo primero, porque según datos aportados por la coordinadora de salud del colegio, la implementación de control niño sano se vio altamente afectada por la pandemia, por lo que a través de la unidad de pediatría de Clínica Alemana se implementará un control vía operativo médico masivo para el ciclo escolar objetivo.

Lo segundo porque en la escuela existe un sector de huerto el cual era mantenido por la comunidad escolar y sus familias, con el propósito de incentivar prácticas sustentables, y a la vez permitir que las familias de los alumnos pudieran cosechar alimentos de la huerta para cocinar en casa. Como consecuencia de la pandemia, el proyecto se pausó y el sector fue abandonado, lo que produjo sequedad y deterioro en el espacio.

De esta forma, Huertas Comunitarias habilitó 50mt2 de cultivos directo al suelo para el cultivo de hortalizas y plantas medicinales, 3 camas altas para elaboración de almácigos, 6 bancales para talleres inclusivos y el establecimiento de más de 140 plantas entre árboles frutales, árboles y arbustos nativos, trepadoras y otras ornamentales.

Además, contempla sistema de riego tecnificado que permita minimizar el consumo de agua y facilitar el manejo, junto a la instalación de composteras y lombriceras para poder cerrar los ciclos, tratando los restos de vegetales en el mismo huerto. Dentro de la infraestructura, también considera la instalación de un mesón de trabajo, banca de descanso, cierre perimetral de todo el espacio para evitar la entrada de roedores y la instalación de un invernadero de 12 mt2.

La Clínica Alemana ya había trabajado anteriormente en la comuna con su voluntariado y su programa Buen Vecino, realizando un operativo médico en el mismo establecimiento educacional. La institución de salud espera continuar con más actividades similares en un futuro cercano.